Alfonsín

jueves, 11 de agosto de 2011

Averiguar dónde votar

Para las elecciones de Agosto, las mesas de votación al ser mixtas variaron.

Aquí podrás conseguir dónde votar. Es válido para todas las provincias

http://www.padron.gob.ar/index.php/



Deberás insertar tu DNI, tu provincia y con sólo escribir las letras y/ó números que ves debajo obtendrás tu lugar de votación para las internas del 14 de Agosto.

Yo personalmente: VOTO ALFONSÍN!

domingo, 26 de junio de 2011

120 Años de la UCR



Somos el único partido revolucionario de la Argentina
Somos la Revolución del Parque
Somos la resistencia al régimen y la oligarquía entreguista
Somos la ética humanista de Leandro Alem
Somos la abstención revolucionaria
Somos el voto universal
Somos la neutralidad y la soberanía política
Somos la Reforma Universitaria
Somos la defensa de los derechos de los trabajadores
Somos YPF
Somos el federalismo
Somos la democracia Social de Hipólito Yrigoyen
Somos los guardapolvos blancos
Somos el Paso de los libres y la rebeldía de Forja
Somos el bloque de los 44
Somos la Declaración de Avellaneda
Somos el 14 bis
Somos la ley de medicamentos
Somos el salario mínimo vital y móvil
Somos la anulación de los contratos petroleros
Somos la Revolución democrática de Arturo Illia
Somos la vida contra la violencia
Somos Balbín abrazando a Perón
Somos la lucha contra la dictadura
Somos la democracia para siempre
Somos el Juicio a las Juntas y la Conadep
Somos el Pacto San José de Costa Rica
Somos la unidad latinoamericana y el Mercosur
Somos la democracia participativa
Somos Alfonsín enfrentando a las corporaciones
Somos la resistencia al Menemismo y las privatizaciones fraudulentas
Somos la FUA y la educación pública y gratuita
Somos la juventud que sueña una argentina de iguales
Somos la dignidad del pueblo argentino
Somos la Juventud Radical
Somos la Unión Cívica Radical

jueves, 9 de junio de 2011

Churchill sobre Perón

"Perón es el primer soldado que ha quemado su bandera y el primer católico que ha quemado sus iglesias"

viernes, 25 de febrero de 2011

Karakachoff sobre la violencia (previo a su asesinato)

El propio Presidente de la Nación sostuvo hace pocos días en Puerto Iguazú, en el confín de la República, que en Argentina rigen plenamente los Derechos Humanos, denunció también una campaña de difamación contra nuestro país en el exterior
.
Cabe frente a esto preguntarse: ¿Quiénes difaman? ¿Los que matan o los que denuncian las muertes?
La preocupación del General Videla es loable, pero requeriría un mayor empeño –y no decimos que no lo haya, pero es obviamente insuficiente- para aprehender a los culpables del desprestigio internacional del país y de la conculcación evidente de los Derechos Humanos.
La necesidad de frenar el deterioro de la confianza ciudadana mediante una firme conducción, que devuelva al Estado la plenitud de los atributos que lo caracterizan, ha sido reiterada desde diversos medios de opinión. Y ninguno de ellos puede siquiera ser sospechado de concomitancia política o ideológica con la otra forma de terrorismo.



Esta coincidencia de criterios surge de la atenta lectura de sendos discursos del Presidente, 30 de marzo ("sólo el Estado habrá de monopolizar el uso de la fuerza"); del comandante de Aeronáutica, Brigadier Agosti ("que el monopolio de la fuerza sea ejercido por el Estado y puesto al servicio de los intereses permanentes de la Nación") y –en definitiva- del jefe supremo de la Marina de Guerra, que en posterior declaración hizo suyos los conceptos del titular de la Aeronáutica.

Todos de acuerdo en los conceptos. Falta que las acciones se encaminen a la concreción de los mismos. Es el clamor popular. Es la única salida. Caso contrario nadie tiene derecho a quejarse de pretendidas campañas difamatorias.

Por otra parte, la falta de difusión de diversos hechos –y los nombres que no se han dado de los muertos de Pilar son unas entre tantas omisiones- pone una sombra de dudas sobre el real propósito del gobierno de terminar con esta lacra. ¿Por qué no se publican estos datos?

¿A quién se beneficia con el silencio?



Sería bueno que el Presidente de la Nación dedicara aunque más no fuera, breves conceptos a responder estas acuciantes preguntas. Los ex legisladores de la UCR han aparecido. En un confuso episodio se los rescata por parte del Gobierno, de manos de delincuentes a los doctores Solari Yrigoyen y Amaya. Y como corolario de este lamentable episodio, ambos son arrestados y puestos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional.
¿Quién los tuvo? ¿Para qué los tiene ahora? ¿No los rescataron de manos de delincuentes?
Esperamos también una respuesta a esto.

El secuestro de los ex legisladores de la UCR, Hipólito Solari Yrigoyen y Mario Aabel Amaya, juntamente con la aparición de 30 cadáveres dinamitados en la localidad de Pilar, a pocos kilómetros de la sede del Gobierno Nacional, han sido los picos fundamentales de la escalada terrorista de los últimos años.

Pero hay otro que nunca ha tenido baja alguna, ni mucho menos aún, siquiera un apresado o detenido. Y no cabe duda que este terrorismo hace más daños al país que el otro, el definido y perseguido. Porque aquél –el que secuestra a los legisladores radicales, entre otras muchas personas-, es el que siembra la duda sobre la real acción de las Fuerzas Armadas y de Seguridad a favor del orden y la paz perturbadas.

Recientemente, el Episcopado Argentino se ha reunido, con la presencia del representante papal, para pedirle el esclarecimiento de los hechos que también han costado la vida de varios sacerdotes en Buenos Aires y La Rioja, y también para manifestar todos los hechos similares ocurridos en el país.

domingo, 2 de enero de 2011

Publicidad K en Facebook: La última

Los K pusieron plata para poner un anuncio en Facebook: "Empezá a militar YA" con la foto de los dos personajes (una ya fallecido) más corruptos de la historia reciente.

Parece que le dieron la plata a un tal "Leandro Lopina", que haciendo una simple búsqueda en Google me enteré de que es uno de los encargados de editar Wikipedia en artículos como "El conflicto del campo", "Mesa de enlace", etc.

Tristísimo...

Acá

lunes, 20 de diciembre de 2010

Fuente: ¿Es el peronismo de izquierda?

El peronismo es pragmatismo de derecha

Luego habría que recordar cómo Juan Domingo Perón, “el primer trabajador”, estuvo matando trabajadores en la llamada Semana Trágica de 1919, desatada tras la represión a la huelga de los obreros de los Talleres Vasenao Para quien ponga en duda este dato, puede remitirse a las fuentes que presenta Luis Alberto Romero al respecto. [1]

En tercer lugar, podemos leer los discursos del joven Perón en el Círculo Militar, al resto de los militares argentinos, donde les decía que había que ser ágiles y darles una migaja a los obreros para que no exijan el pan entero -entiéndase la revolución social-.[2]





Cuarto, podemos citar el conocido apoyo de Perón a la dictadura de Uriburu y más tarde al militar Justo, mientras estos dos militares fusilaron a los anarquistas Joaquín Penina en Rosario, Severino Di Giovanni y Paulino Scarfó en Buenos Aires, o apresaban y deportaban a miles de anarquistas, sin hablar de los pobres anarquistas Pascual Vuotto, Santiago Mainini y Reclús De Diago, los denominados “presos de Bragado”, que pasaron años en la cárcel por un crimen que no habían cometido. Esto pasó durante el gobierno de Justo, amigo de Perón, como así también los procesos a la Federación Obrera Regional Argentina (F.O.R.A), la combativa federación anarquista que sufrió los antes citados procesos en sus sindicatos más fuertes, el de panaderos y el de los choferes, principalmente en los años '30.

Cómo no citar la amistad de Perón con el general EIbio C. Anaya, aquel famosofusilador de obreros en las huelgas patagónicas, quien, como Perón, formó parte de los oficiales que llevaran a cabo el golpe militar de 1943 y que más tarde sería amigo personal de otro dictador, Juan Carlos Onganía. [3]

Recordemos también aquella frase de Agustín P. Justo, el amigo de Perón, quien siendo ministro de Guerra, luego del atentado del anarquista Kurt Wilckens, decía frente a los periodistas: “Esto no quedará impune, el castigo será ejemplar”, haciendo alusión al atentado en el que el anarquista alemán mató al teniente coronel Varela, aquel represor que se encargó de fusilar a más de 1.500 anarquistas en las huelgas del sur, entre los años 1921 y 1922. Y de hecho, el castigo fue “ejemplar”, porque Kurt Wilckens será asesinado en la cárcel. [4]

Pero ya entrando en lo que fueron los gobiernos peronistas, no podemos dejar de destacar que Perón hizo del 1º de Mayo, aquella fecha originada mucho antes de este militar, (cuando ese día de 1886, fueron ahorcados varios anarquistas por pedir las 8 horas de trabajo) una fecha de comparsa y fiesta, de locro y choripán donde se elegía a la reina del 10 de Mayo, quitándole a este día su contenidocombativo y aguerrido, que tantos muertos había traído al querer recordarlo en Argentina en 1904, 1905 Y 1909, sobre todo.

No podemos dejar de destacar la admiración que tenía Perón por el régimen del dictador italiano Benito Mussolini, el mismo que decía Todo para el Estado, todo por el Estado, nada fuera del Estado, frase que Perón copiará y modificará a Todo dentro de la Ley, nada fuera de la Ley.[5]

Y de Mussolini no sólo copió sus frases, también tomó su estatización de los sindicatos y su burocratización para poder controlarlos y sacarles autonomía y combatividad.

De la dictadura comunista rusa el peronismo también tomará sus planes quinquenales para regular la economía. El peronismo no tenía nada que ver con el sindicalismo de principios del siglo XX, éste era aguerrido, bregaba por la lucha de clases, era ateo, horizontal e internacionalista; el peronismo, encambio, será católico, militarista, nacionalista, vertical, y lucha por la conciliación de clases.

Perón no sólo admiraba a Mussolini, sino también, y sobre todo, al general Primo de Rivera, el dictador español entre 1923 y 1930. Perón admiró también a AdolfHitler, uno de los peores criminales de la historia de la humanidad, y a cuyos jerarcas sobrevivientes les dio entrada clandestina a la Argentina, con toda la documentación necesaria para pasar desapercibidos durante décadas. Fue amigo del dictador paraguayo Stroessner, reivindicó regímenes como los de Somoza en Nicaragua y Batista en Cuba. Y cuando se fue de Argentina ¿quién le dio asilo político a Juan Domingo Perón? Nada más ni nada menos que Francisco Franco, el “generalísimo” que mató y acribilló a media España, a miles y miles de anarquistas, socialistas y republicanos durante décadas de dictadura. y Perón no era el pobrecito exiliado como quisieron hacer ver luego los montoneros con su periódico “El Descamisado”, porque durante su estadía en España, Perón estuvo en uno de los barrios más residenciales de Madrid. [6]

Ni hablar de Eva Perón, aquella que fue recibida por Francisco Franco con todos los honores, que salió en fotos con sus tapados de piel saludando al criminal español y hablando de sus “descamisados”. [7]

Ésa era la misma Eva Perón que tildaba de “locos” a los anarquistas, a los que les decía: “A Perón no se le hace huelga, carajo”.

Tampoco hay que olvidar que Perón mantuvo la Ley de Residencia, aquella sancionada en 1902 exclusivamente para expulsar obreros anarquistas inmigrante s, y que fue derogada recién en el gobierno de Frondizi, cuando yacasi no habían quedado anarquistas vivos o fuera de las cárceles.

Ni hablar de las increíbles escuelas racionalistas creadas por los anarquistas a principios del siglo XX, para educar libremente a los niños, que luego serán reemplazadas por “Evita me ama” en los pizarrones de las escuelas estatales.

Cómo olvidar el atentado peronista contra la antigua Biblioteca Emilio Zola, fundada por los anarquistas, y que a punta de pistola fue copada por matones peronistas para convertirla luego en una unidad básica del Partido Justicialista. Frente a esa biblioteca, en 1923 y en plena huelga tras el asesinato de Kurt Wilckens, los anarquistas se habían tiroteado con la policía. [8]

Sin olvidar a los obreros gráficos rosarinos, que fueron expulsados de su local por la CGT, la central peronista, y que a partir de entonces tuvieron que reunirse en un bar de calle San Martín y San Lorenzo de dicha ciudad. Tras la huelga gráfica de 1949, muchos de los gráficos fueron apresados. [9]

Por otra parte, no se puede dejar de lado la vinculación de Perón y su segunda esposa, María Estela Martínez de Perón, con José López Rega, la máxima figura criminal, que pasó de ser un simple cabo de policía a líder de la Alianza Anticomunista Argentina (puesto en ese lugar a dedo por el mismo Perón), agrupación parapolicial que asesinó a cientos de estudiantes, intelectuales, políticos, obreros, actores, etc.

Y fue también Perón quien ascendió al comisario Fernández Bazán, el mismo que en 1936 asesinó a los anarquistas Miguel Arcángel Roscigna, Fernando Malvicini y Andrés Vázquez Paredes, arrojándolos al fondo del Río de la Plata con peso en los pies, método conocido como “Ley Bazán”, que se generalizaría luego en los años '70. y decíamos entonces que en 1946, Perón ascenderá a este criminal a subjefe de la Policía Federal, y más tarde cumplirá su sueño dándole un cargo como diplomático de su gobierno. [10]

Jacinto Cimazo, el militante anarquista, nos resume al peronismo de la siguiente forma:

Sometimiento absoluto a la CGT; plan quinquenal de tipo militar; militarización de la infancia; monopolio estatal del comercio exterior; enseñanza religiosa en las escuelas; centralización financiera en manos del Banco Central; avasallamiento de las universidades; monopolio oficial de la propaganda radiotelefónica; acción impune de las bandas nacionalistas; sometimiento de laprensa y campañas violentas
Y luego prosigue:

destrucción y persecución de los gremios obreros independientes; censura radial; sabotaje del correo a la prensa y propaganda opositoras; prohibición de las huelgas y orden de producir al máximo; procesos por desacato.
Y hay más aún:

creciente dominio de la Iglesia; auge del nacionalismo en las reparticiones públicas; alianza virtual con el régimen de Franco..., etc, etc. [11]
Luis Danussi, otro militante anarquista, define al peronismo como demagogia, soborno a escala colectiva planificado por el gobierno que manejaba discrecionalmente la economía del país, y la represión que no conoció limites para aplastar a quienes protestaban aunque luego apareciera la concesión por vía oficial, como acto de gracia y con el programado agradecimiento de los 'humildes' a su benefactor. Todo ello al tiempo que se eliminaba a los militantes más conscientes y dignos, como una de las formas, entre otras muchas, de lograr la total extinción del espíritu aguerrido que tradicionalmente animó a nuestra clase obrera. Y agrega más tarde: El propio fenómeno fascistizante del peronismo tuvo origen en los cuarteles donde se incubó el GOU, que creía en el triunfo de los nazis cuando el movimiento obrero bregaba por su derrota... [l2]

Anarquistas como Mario Franchotti, serán perseguidos durante la huelga ferroviaria nacional de 1951. Este compañero logra evadir a la policía gracias alperiodista y abogado David Kraiselburd, quien el 17 de Julio de 1974 será asesinado por Montoneros.

Compañeros anarquistas como el científico Rafael Grinfeld serán expulsados de la Universidad. Grinfeld pierde así su cargo de director del Instituto de Física de la Universidad de la Plata, por no adherir al peronismo.

Ya en 1943, el anarquista Jacobo Prince señala cómo el Grupo de Oficiales Unidos (GOU), al que pertenecía Perón entre otros, seguía manteniendo relaciones con los nazis, siguiendo la política nazifascista del presidente Castillo, quien había gobernado antes del golpe de 1943. [13]

Serán los obreros marítimos, los navales y los portuarios los que más combatirán al régimen de Perón, y serán todos los sindicatos los que sufrirán la Ley de Asociaciones Profesionales, tomada del fascismo italiano y aplicada en la Argentina por Perón, que, entre otras cosas, da personería jurídica sólo al sindicato único controlado por el Estado, desconociendo cualquier intento de hacer otro sindicato paralelo libre de la burocracia sindical, que ya nacía. Esa ley fue la que fomentó el sindicalismo pago, sacando al obrero de su medio para convertirlo en un traidor al servicio del capitalismo.

Luis Danussi recordaba cómo en un acto en Plaza de Mayo, un conocido dirigente de la CGT le gritaba a Perón: “¡Hágase dictador, mi genera!!”.

Luego, mientras Perón pactaba con Frondizi, cientos de anarquistas de la F.O.R.A, panaderos, choferes, plomeros y cloaquistas, eran apresados.

Por último, quiero recordar que Perón no le dio nada al obrero (si te robo 100 y devuelvo 25 no te estoy dando nada) y si dio algo en función de que lo voten, fue terrible demagogo que jugó con la necesidad del pueblo.

Después de lo hasta aquí expuesto, podemos decir que autoproclamarse anarcoperonista no sólo es un absurdo, porque se trata de conceptos totalmente opuestos, sino que es burlarse de los miles de anarquistas que, no conformes con su heroísmo al enfrentar a Franco en España, al exiliarse cruzaron la frontera hacia Francia donde militaron en la Resistencia Francesa, combatiendo la ocupación nazi. Y los que sobrevivieron vinieron a la Argentina y aquí también tuvieron que darle batalla al peronismo, mientras los jerarcas nazis entraban al país con toda la impunidad que les dio Perón, o mientras luego un criminal como Franco le daba asilo a Perón en España.

Decirse anarcoperonista es burlarse de los miles de anarquistas presos, torturados, expulsados durante el régimen de Perón y de las miles de personasque mantuvieron durante años las bibliotecas anarquistas y los localesanarquistas de la F.O.R.A que fueron incendiados o copados a punta de pistola por matones peronistas.

Citas:
1 - “Breve historia contemporánea de la Argentina”, Luis Alberto Romero. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires, 1994.
2 - “Montoneros, la soberbia armada”, Pablo Giusani. Editorial Sudamericana-Planeta. Buenos Aires, 1984.
3 - “La Patagonia Rebelde”, Osvaldo Bayer. Tomo IV. Editorial Planeta. Buenos Aires, 1997. Página 219.
4 - Osvaldo Bayer. Op.cit. página 205.
5 - “De Alfonso XIII a Franco”, Diego Abad de Santillán. Tipográfica Editora Argentina. Buenos Aires, 1974.
6 - Diego Abad de Santillán. Op cit.
7 - Recuerdo que “El descamisado” fue el nombre de un antiguo periódico anarquista, por lo que el peronismo no sólo usurpó fechas y sindicatos, sino también nombres de periódicos.
8 - Osvaldo Bayer. Op.cit. Página 256.
9 - “Luis Danussi, en el movimiento social y obrero argentino” (1938-1978), Jacinto Cimazo y José Grunfeld. Editorial Reconstruir. Buenos Aires, 1981.
10 - “Los anarquistas expropiadores”, Osvaldo Bayer. Editorial Recortes. Montevideo, 2001.
11 - Fragmentos extraídos del periódico “Acción Libertaria” Nº 97, marzo de 1947, reproducidos a su vez en el libro “Escritos Libertarios”, de Jacinto Cimazo. Editorial Reconstruir. Buenos Aires, 1989.
12 - Jacinto Cimazo y José Grunfeld. Op.cit. Página 248 y 267.
13 - “Una voz anarquista en la Argentina” (Vida y pensamiento de Jacobo Prince), de Jacinto Cimazo. Editorial Reconstruir. Buenos Aires, 1984.
por Juan Manuel Ferrario

FUENTE:EL LIBERTARIO (Periodico) 

jueves, 9 de diciembre de 2010

La épica de Alfonsín





El 10 de diciembre de 1983 asume Raúl Alfonsín la Presidencia e inaugura la resurreción de los procesos democráticos en toda América latina. Concurren a la ceremonia delegaciones europeas, americanas y de otros continentes, presididas por sus más altos funcionarios. En la asunción lucen los ex presidentes electos que tuvo el país. Nadie falta. Es la primera vez que en Buenos Aires se produce una reunión de tamaña calidad. La fiesta estremece al planeta entero. Luego el nuevo mandatario habla al pueblo entusiasta desde el Cabildo, para evitar irritantes asociaciones con el balcón desde el cual arengaron Perón y también Galtieri. Cuida los detalles.Alfonsín emblematiza la vida y lo nuevo. 


Procuró conseguir, desde antes de tomar el cargo, la convergencia de voluntades para superar antinomias estériles. Ofrece a su rival. Italo Lúder, la presidencia de la Corte Suprema, para garantizar la independencia de los poderes republicanos, como debe ser. Su gesto admirable es rechazado por la oposición y luego vendrán otros rechazos a sus propuestas generosas y patrióticas.Habían pasado casi ocho años de despotismo y varias décadas de confusión ideológica. No se podía perder tiempo. Dice a sus colaboraores que ansía cumplir a rajatabla con la plataforma electoral. 

 

Pero emergen ante sus ojos la crisis económica, la deuda externa, las secuelas de la desindustrialización, los salarios bajos, la desnutrición grave, la elefantiasis de un Estado ineficiente y corrompido, gremios hotiles, Fuerzas Armadas resentidas y el acecho de los cavernarios y golpistas que ansían retronar al poder.Adopta una arriesgada e inédita decisión: rodeado por sus ministros, anuncia que se juzgarán las tres primeras Juntas Militares por violación de los derechos humanos. Semejante gesto ni lo tuvo Grecia cuando condenó a los coroneles golpistas. Al mismo tiempo, con firme ecuanimidad, decreta la prosecución de causas penales contra los jefes de las organizaciones terroristas que, desde el gobierno de Illia, se alzaron contra la Constitución y la democracia sembrando muerte y terror para imponer un régimen utópico y totalitario. 


Ordena, muchas veces en forma personal, que se ejerzan las funciones públicas con la mayor probidad, de la que él es el primer ejemplo. Elimina el calificativo de "Su Excelencia" por el de "señor" o "señora". Deroga la pena de muerte. Suprime la censura y restablece la irrestricta libertad de prensa. Por esa razón los sectores del pasado afirman que se ha esblecido una "democracia pornográfica". Pero sigue adelante. Anula la atribución gubernamental usada durante el Proceso de expulsar del país a extranjeros por causas políticas o ideológicas. Estimula la multiplicacion de las manifestaciones artísticas y pone énfasis en la gestión cultural, de la que fui un asombrado testigo y protagonista. Lanza el Programa Alimentario Nacional para hacer frente a la desnutrición que afecta a millones de argentinos. Crea decenas de entidades participativos que abarcan todo el arco social, para devolver a cada hombre y mujer la dignidad de sentirse autores de su destino.Al cumplir los 100 días de gobierno ofrece una descripción honesta de la grave situación que subsiste. 


No miente, no hace demagogia, no niega. Reconoce que se enfrentan años duros. Y señala algunos datos como éstos: " El producto bruto per cápita es hoy menor que en 1970. La producción industrial de 1983 es menor que la de 1971. Las economías regionales están destruidas. La evasión tributaria es enorme y muchas provincias no alcanzan a pagar el 10 porciento de los sueldos." "Es decir –enfatiza- estamos frente a una pobreza extrema. Nos desafía una empresa heroica que no puede ser llevada adelante por un solo sector, ni político, ni ideológico, ni social. ¡Tiene que ser una empresa de todos!"Pese al enojo que predomina en la sociedad por los abusos del régimen militar, Alfonsín tiene la visión estratégica de preservar a las Fuerzas Armadas como institución y les ofrece la oportunidad de una autodepuración que las enaltezca. 


El Consejo Supremo militar es la instancia que debería aplicar el rigor de la justicia, tradicionalmente más severa que en el campo civil. Pero sus necios retaceos obligan a que el asunto sea derivado a la Cámara Federal, que solicita las causas. El juicio, desarrolado con ecuanimidad y sin espíritu de venganza, mantiene en vilo a la sociedad y al mundo. Desfilan testigos, se develan hechos espantosos. La Argentina, donde nos habíamos acostumbrado a violar impunemente la ley, se convierte en un ejemplo. La justicia nunca es perfecta ni completa, porque responde a las limitaciones humanas. 


Pero intenta dejar atrás el pasado para avanzar hacia el futuro. Alfonsín piensa en el futuro y en la reconciliación, como lo han hecho las mejores figuras de nuestra agitada historia.Para que no hayan dudas había creado la CONADEP, integrada por personalidades científicas, culturales, periodísticas, religiosas y políticas. Debía recoger denuncias y pruebas sobre secuestros, torturas, desapariciones y asesinatos. Su escalofriante informe, tras una labor insalubre que presidió Ernesto Sábato, se tituló Nunca más. La entrega al Presidente fue acompañada por una marcha multitudinaria. 

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfk5wh85JGT3nKmcbzLSCsAh-MOR1gSYK3hg9EMBWVHhLUhWvzQYRwneyVu3Mrn4FVGunduTJpjXx8u20Szxx4WIEJLSZYWganb0Jt9_h2UqpVTPpGzTphT2PHKRqLmDUSzHnhyphenhyphenEN7P-5H/s320/nunca-mas.jpg 

Pero en lugar de reconocerse los méritos de esta gestión honesta y osada, los sectores extremistas piden que se acentúe el castigo, que se desborden los límites. Alfonsín entonces adhiere a la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Deroga la ley de autoamnistía que firmó el régimen militar. Envía al Congreso un proyecto de ley sobre modificación del código de justicia militar, para ajustarlo al estado de derecho que florecía en el país. Hace todo lo que puede para que no se confunda justicia con venganza, ni democracia con autoritarismo.Tras los juicios, algunos oficiales comprenden cuál debe ser en adelante el rol de las Fuerzas Armadas, respetuosas de la Constitución. Otros se llenan de resentimiento y empiezan a conspirar. 


El insomne Alfonsín quiere la paz, quiere reparar heridas, quiere hacer avanzar la educación, la salud, el bienestar, la eficiencia administrativa, el federalismo, el diálogo. Pero hay riesgos de que aborte la democracia: se producen levantamientos militares y el gobierno no cuenta con otro Ejército. Por el contrario, las Fuerzas Armadas no responden con rapidez y convicción al poder Ejecutivo. En lugar de avanzar hacia la pacificación mediante la sanción ejemplar de los responsables principales, como habían sido los juicios de Nurenberg, muchos quieren llegar hasta el último abuso cometido a lo largo de varios años.Esto es imposible, sin que vuelvan a renacer los antiguos odios. Entonces surgen los dolorosos punto final, obediencia debida, cosa juzgada. Implica un terrible costo político para el gobierno, que debía optar 
entre sostener la anémica democracia o volverla a perder del todo. Nadie le garantizaba al gobierno la solidaridad del 
pueblo en caso de un nuevo golpe. Y el golpe está a la vuelta de la esquina. 


El justicialismo olvidó el abrazo de Perón y Balbín, para convertirse en un desalmado saboteador del gobierno radical. Los sindicatos se envalentonan ante las actitudes conciliadoras de Alfonsín y su negativa a meter en la cárcel a los líderes corruptos. Entonces transforman las huelgas en un hábito político que corroe la producción y la estabilidad, llamando a trece feroces paros generales. Los gobernadores imprimen dinero (llamado "bonos" violando la Constitución, pero el Presidente no quiere intervenir a ninguna provincia, pese a la magnitud del delito.Pone en marcha un exitoso Plan Austral para detener los estragos de la inflación, pero los sindicatos no le dan tregua y consiguen destrozarlo con sus demandas impiadosas, más políticas que gremiales. 


Fui testigo del momento crítico en que el ministro Sourruille le llama por teléfono anunciándole otra huelga comandada por el insaciable Lorenzo Miguel. Alfonsín resopla fastidiado, está enloquecido con tantas huelgas y el Plan Austral marchaba bien. Pero, para evitar otra maldita huelga, ordena aceptar el aumento. Sourruille objeta, porque significaría quebrar la arquitectura del Plan. Un áspero cambio de opiniones termina con la orden de imprimir para satisfacer al gremio. Imprimir significó volver a la inflación. Alfonsín cometió el ingenuo error de suponer que podía calmar las demanadas haciendo concesiones, porque proyectaba su generosidad en el otro. Pero el no otro no había clemencia. Le destruyeron el Plan Austral, que intentó ser resucitado por el Plan Primavera. Ya no sirvió. Fue perdida irremisiblemente una preciosa oportunidad. 

 

Sus gestos conciliadores con los militares (dijo que Rico fue héroe de las Malvinas), con los sindicalistas (concediéndoles aumentos inoportunos), con los políticos adversarios (evitando intervenir provincias que imprimían dinero), no fueron correspondidos.No se entiendía que Alfonsín era un político bondadoso, abierto y progresista. Sus esfuerzos por lograr la reconciliación del desgarrado tejido nacional empezaron a ser objeto de mofa. "La casa está en orden" era una suerte de condena a muerte. Y avanza entonces el sabotage a su gestión. Cada vez más insolente y manifiesto. Igual que contra Frondizi, igual que contra Illia. 


Pese a las nubes de tormenta, convoca al Segundo Congreso Pedagógico Nacional, para reactivar la política de Estado en materia educativa. Realizó un esfuerzo monumental para que este segundo Congreso tuviese la fuerza del primero, donde participó Sarmiento y puso las bases de un desarrollo cultural sin precedentes. Pero la sociedad no estaba la altura de su maravillosa iniciativa y pasó inadvertida. Formó un Consejo de Estado con las mejores mentes del país, para que lo ayudasen a vigorizar las bases de una Argentina nueva, ejemplar, notable ante el mundo entero. Apoyó el Programa de Democratización de la Cultura para incrementar la participación a todo lo largo y ancho del país y convertir a los habitantes en ciudadanos conscientes, críticos, emprendedores y creativos. Logró que se aprobase el traslado de la Capital Federal "al sur, el frío y el mar", con el propósito de descentralizar el país y hacer más serio el federalismo. 


En su acortada Presidencia consiguió establecer la paz con Chile y eliminar las hipótesis de conflicto con los países que nos rodean. Creó el Mercosur luego de entusiasmar con su proyecto a los presidentes Sarney y Sanguinetti. Aspiraba a una América latina hermanada, democrática y progresista en serio, lanzada a un sostenido incremento de su calidad de vida, cultura y producción económica.Pero no se lo comprende ni apoya desde tradicionales egoismos parroquiales. En el palacio y fuera de él funcionan varios serruchos, que a veces se disfrazan de aliados. Intereses mezquinos y miopes prefieren destruirlo. O castigarlo a fondo. Frentes hostiles minan su gestión bienintencionada. Huelgas y sabotage político consiguen infligirle la peor de las heridas: forzar que acorte su mandato constitucional. Es una afrenta enorme realizada nada menos que al hombre que nos había devuelto la democracia, las instituciones y un lugar digno en el mundo. Le arrancan la Presidencia y luego, con una impudicia increíble, su sucesor lo acusa de "tirarme el gobierno por la cabeza". 


Pero Alfonsín no se retira. Es un político de raza. Tampoco se retiraron Sarmiento, Mitre, Roca, Yrigoyen, Perón. Su temperamento no se lo permite. La tumultuosa Argentina circula por su sangre caliente. Lo obsesiona haber dejado inconclusa una obra que deseaba superior.Ocurre entonces el Pacto de Olivos. Menem quería ser reelecto y estaba dispuesto a reformar la Constitución. Lo haría contra viento y marea. No titubeó en sobornar electores en Corrientes hacía poco. Haría la reforma con las mayorías propias o compradas. Entonces el aguerrido Alfonsín evalúa que, siendo imposible evitar esa reforma, que se la haga para conseguir algo más que una simple reelección. Después dirá que "fue lo mejor y lo peor que hice en mi vida". 

 

El Pacto de Olivos permitió la reelección de Menem, pero creó el Consejo de la Magistratura para darle más nivel e independencia al poder Judicial, como corresponde a una verdadera república. Trabajó personalmente en las sesiones hasta el agotamiento, quería que naciera una Constitución notablemente mejorada. Pero luego se tardaron años en poner el marcha el Consejo de la Magistratura y el tercer senador no fue siempre útil para garantizar la gravitacion de las minorías. Para colmo, ahora el Consejo de la Magistratura es el patíbulo de los fiscales y jueces que se atreven a levantarse contra el mandamás de turno. 


Nada frenaba su actividad política, nada disminuía su voluntad de elevar la Argentina. Ni siquiera un accidente de ruta que le rompió varias costillas y casi le costó la vida.Ahora –como hacemos los argentinos-, recién ahora, cuando se nos está yendo de nuestra atormentada realidad, nos damos cuenta de su estatura ética y su ejemplaridad política. También cometió muchos errores, sin duda, pero su sitial inmortal es indiscutible. Fue un Presidente que millones de argentinos amaron con pasión. Un nombre que brilla entre los grandes.